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Que Rosara es especial lo sabéis bien vosotros, porque su esencia puede conocerse a través del sabor de nuestros productos. Sin embargo, queremos que nos conozcáis un poco más, y por eso nuestro Director de I+D y Márketing, Saúl Jiménez, se asomó al micrófono del programa La Ventana de la Empresa, en La SER Navarra, para acercaros un poco más a nuestro día a día. Si os pica la curiosidad, podéis escuchar el programa completo en la web de la cadena, pero a continuación os contamos las 6 CLAVES DEL SABOR DE ROSARA:
1. Una familia muy bien avenida
Rosara nace en el año 1986 en Andosilla, un pueblo de la Ribera Navarra rodeado de huertas y verduras de primerísima calidad. Una empresa familiar de 2ª generación que, tras más de 30 años de trayectoria, se considera a sí misma “una familia muy bien avenida”. Y nace respondiendo a la necesidad de “guardar las verduras tan ricas que salen de la huerta Navarra para poder disfrutarlas todo el año”. Pero desde su inicio, su objetivo fue hacer algo diferente: “Somos unos fabricantes pequeños y trabajamos con el objetivo de hacer algo especial, lanzando productos novedosos, que en su día no existían en el mundo de la conserva tal y como se conocía, como los mousses, los pimientos rellenos, etc. Además, la presentación de Rosara también fue diferente desde el principio, con su característico gorrito en la tapa, los envases de vidrio… Se puede decir que `vestimos el envase´. Con esta búsqueda de nuevos sabores, y con estos pequeños detalles, ya desde el principio, nos salimos del estándar de lo que era una conservera tradicional”.
2. La cocina de Rosara
Porque, aunque Rosara nace en una tierra de verduras y conservas, y la base de sus productos está en el campo y los productos más emblemáticos de la gastronomía navarra, hemos querido ir más allá, y actualmente contamos con unas 160 referencias: “ A parte de los productos de la huerta (pimientos, espárragos, alcachofas, borrajas, etc) tenemos una cocina estupenda, que unida a ese afán de buscar nuevos sabores y novedades, nos ha hecho evolucionar e innovar con productos que casi no existían en la conserva, como los espárragos rellenos de bogavante, la alcachofa rellena de marisco, etc. En Rosara no solo conservamos el producto, si no que también lo cocinamos. Es lo que nos hace especiales, y ha sido también una manera de adaptarnos a los nuevos tiempos, donde no se cocina tanto como antes, por falta de tiempo, y hay una gran demanda de productos para calentar y listo”.
3. Sostenibles antes del fenómeno ecológico
Y es que aunque la conserva es un producto muy tradicional desde los tiempos de nuestros padres y abuelos, no una novedad reciente que nazca de esa necesidad de productos ya preparados, no podemos dejar de lado su sostenibilidad. “El concepto de la conserva, ahora que está muy en boga el tema de la sostenibilidad y del reciclaje, es ser una buena opción para poder consumir los productos de temporada sin tener que usar refrigeración. Porque es un producto muy autoestable, un producto que puede ser consumido en los próximos 5 años, sin necesidad de frío, y que encima, una vez consumido, el vidrio o la lata del envase se puede reciclar o reutilizar. A nivel ecológico, la conserva es un producto muy interesante.”
4. Un proceso realmente artesanal
Pero para que la conserva sea sostenible, pero también saludable y con el sabor del los platos de siempre, el proceso de elaboración debe ser artesanal. “Nos hemos empeñado en enseñar cómo es nuestro trabajo, en cómo hacemos las cosas. En las redes, y en internet en general, muchas veces se pervierten conceptos como artesanal o casero. Y es una labor nuestra demostrar que en el caso de Rosara, es real. Por ejemplo, en nuestra web hay muchas fotos de productos en las que se plasma el proceso de fabricación, donde se pueden ver perfectamente que hacemos muchas cosas con la cazuela, por ejemplo (…) Esto se traduce en que abres el envase de Rosara, lo pruebas y dices `pues esto está bueno de verdad´”.
5. Un equipo que es familia
Para que este proceso artesanal se lleve a cabo correctamente, lo que se necesita, precisamente, es artesanos. Un equipo de personas que conoce perfectamente y comparte la esencia de Rosara. “Para nosotros, nuestros compañeros de trabajo son importantísimos. Somos alrededor de 35, y son personas que llevan más de 30 años con nosotros, desde el inicio. Porque además entendemos que nuestra forma de trabajar, con producción durante todo el año en vez de sólo a temporadas, es diferente a los procesos de conserva tradicionales. Por suerte, tenemos unos compañeros estupendos, que son simplemente parte de la familia”.
6. Tiendas amigas
Y como familia sentimos también a las tiendas amigas que, en muchos casos, llevan años comercializando nuestras conservas, y que se caracterizan por el mimo al producto, que seleccionan precisamente para ofrecer siempre lo mejor de lo mejor a sus clientes: “buenas carnicerías, buenas fruterías…comercios donde la gente lo que busca es la calidad”.
¿Y en cuanto al futuro?
Los fogones de Rosara están ya trabajando para traer nuevos sabores y ampliar una carta de productos que llevarán los frutos de la huerta navarra más allá de nuestras fronteras, a países de toda Europa, Estados Unidos o Australia.
