Una combinación deliciosa de verduras, bonito y una cremosa bechamel. El sabor resulta suave y explosivo a la vez.
Sumergir las placas precocidas 10 minutos en agua muy caliente.
Las ponemos sobre un paño para que sequen.
Mezclamos el pisto con el bonito en un cuenco y lo integramos bien.
Hacemos la bechamel derritiendo la mantequilla, añadiendo la leche y luego la maizena, toque de pimienta negra y nuez moscada, removiendo todo el tiempo a fuego medio para evitar grumos.
Echamos toda la bechamel y queso rallado para gratinar.
Horneamos 20’ a 180º con calor arriba y abajo y 10’ de gratinado y ¡lista!
Si la bechamel tuviese algún grumo, el truco está en triturarla con una batidora de mano y lista.