Con la crema de torta del casar se obtienen unas croquetas muy cremosas y sabrosas que no resultan fuertes como con otro tipo de quesos.
Picamos la cebolleta y la doramos con 20 ml. de aceite de girasol.
Hacemos la bechamel con 40 ml. de aceite, añadiendo la leche y luego la maizena, removiendo todo el tiempo a fuego medio para evitar grumos.
Echamos el queso, sal al gusto y removemos todo bien.
Vertemos la masa en una bandeja, tapamos con film transparente y guardamos en el frigorífico al menos 8 horas para que la masa coja consistencia.
Formamos bolitas, las pasamos por harina, huevo y pan rallado.
Freímos en abundante aceite y dejamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. ¡Listas para disfrutar!