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La temporada del Pimiento del Piquillo de Lodosa tiñe cada año el campo navarro de rojo intenso entre los meses de septiembre y noviembre, pero ¡este año lo hará más que nunca! Después de que en 2020 una plaga de Xanthomonas mermara considerablemente la cantidad de producto que recibimos las conservera adscritas a la denominación de origen, esta campaña la hemos arrancado con muchas ganas, emoción y buenas sensaciones.
Y así lo demuestran las cifras aportadas por el INTIA, una sociedad pública adscrita al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra que se encarga de fomentar la innovación en el sector agroalimentario de la comunidad, mejorando su viabilidad y su sostenibilidad, para dar lugar a un medio rural vivo que respete el medio ambiente y ofrezca a la sociedad alimentos de calidad.
Según su informe sobre la previsión de la campaña de este año, las cifras hablan por sí solas:
- Se ha aumentado un 26 % de la superficie cultivada respecto a la campaña pasada
- Han solicitado su inscripción en la Denominación de Origen Protegida un total de 78 agricultores, con 224 parcelas.
- Se prevé que se supere el millón y medio de kilos elaborados.
¡Y esos son muchos pimientos! Pero además, las buenas noticias no llegan solo a través de lo que nos cuentan las cifras, porque además de cantidad, este año el campo también nos está premiando con frutos de una calidad excepcional. “Las condiciones de cultivo, muy buenas – comenta el técnico del INTIA Ángel Arellano – el pimiento está madurando poco a poco y se espera una buena producción por parcela, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan y se retrase el frío que dará por finalizada la campaña”.
Además, tenemos más razones para estar contentos porque la UE ha aprobado la modificación del Pliego de condiciones del Pimiento del Piquillo de Lodosa para permitir a las conserveras certificar las tiras y trozos, elaborados según los mismos cánones exigidos por la DOP para el fruto entero.
La Denominación de Origen del Piquillo de Lodosa
El conocido como “oro rojo” de de Navarra procede del término geográfico que lleva su nombre, Lodosa, y su cultivo y elaboración se produce exclusivamente en 8 localidades: Lodosa, por supuesto, y los municipios colindantes de Andosilla, Azagra, Cárcar, Lerín, Mendavia, San Adrián y Sartaguda. ¡Un fruto de la tierra de máxima calidad y muy exclusivo!
Además de una localización muy especial y privilegiada, los pimientos del piquillo de la denominación tienen que prepararse de una forma muy especial y sujeta a la receta tradicional: los frutos se lavan para eliminar las impurezas del campo y se asan por llama directa, para pasar al descorazonado, pelado y eliminación de semillas.
En esta fase es muy importante la meticulosidad con la que debe prepararse el producto final: una vez asados, los pimientos se limpian uno a uno sin sumergirlos en agua ni en soluciones químicas. De esta manera, preservan todo su espectacular sabor y su delicada textura.
Los Pimientos del Piquillo de Rosara
Así los preparamos en Rosara, con todo el mimo que se merecen, y sabiendo que somos una de las poco más de diez conserveras que tenemos el privilegio de recibir este delicioso oro rojo recién cosechado.
Y, por supuesto, este año no estamos de brazos cruzados, ni mucho menos. Toda la familia de Rosara, desde los agricultores en el campo hasta el personal que los cocina artesanalmente, estamos trabajando con muchísima ilusión y ganas para que podáis seguir disfrutando de estas maravillas:
- Pimiento del Piquillo de Lodosa Entero
- Pimiento del Piquillo de Lodosa Entero Extra – Tarro
- Pimiento del Piquillo de Lodosa Entero Extra – Lata
- Tiras de Pimiento del Piquillo de Lodosa DO
- Pimiento del Piquillo En Tiras Guisados al Ajillo
Si vosotros también consideráis estos frutos un manjar, y os apetece tener una buena reserva de ellos en la despensa ¡gratis! todavía estáis a tiempo de participar en nuestro sorteo. ¿Os animáis?
